Alma and I met back in 2015, when we were both only teenagers, through an innocuous dating app. Our unlikely story started off with a simple joke question (“If you were a hot dog, and you were starving, would you eat yourself?”) and quickly turned into endless, late-night conversations. To say the least, we hit it off immediately, and within the week had set up a date at a local Boulder coffee shop. As our first few weeks went on, we both realized how quickly we had already grown attached to each other. This attachment would only grow in the years ahead.

Since then, we’ve both had the pleasure of spending our 20s together - learning, growing and facing the challenges of young adulthood in the only ways we know how: with our unique attitudes and humor powering much of what we do, just as when we first met. I went off to college and finally graduated with my BA for teaching, all the while working odd jobs to make ends meet, while Alma has pursued and cultivated her interests in flowers, beauty, books and much more, developing herself and growing as a person. We’ve spent so many major life experiences together - passionate and loving, difficult and stressful, meaningful and fulfilling - and we can truly say that we can’t imagine having spent these years any other way.

In the Summer of 2022, I finally worked up the courage to ask the question that had been on my mind for seven years by that point. I realized that I had been ready to spend the rest of my life with Alma from our very first months together! And so it was by a lakeside in Loveland, as the sunset dappled through the purple-pink clouds of a late Summer evening, I played Alma a song that I had written for her, and asked that fateful question. Her answer was quick and succinct; she had been feeling the same way for just as long as I had, but she’d been patiently waiting for the question for what felt like forever!

Now, as we’re approaching arguably the biggest event in our lives so far, Alma and I both find it difficult to express how ready we are to make this step! To us, it feels like we’ve been married in our minds for years, and it’s only now that it’s becoming official for the rest of the world. Nevertheless, this is a day we’ve looked forward to with nervousness and eager anticipation for a very long time. Our wedding, nine years in the making, marks the beginning of the rest of our lives together. We’re unbelievably excited to see what that future holds for us, and how we’ll continue to grow together.

-Stephen

Alma y yo nos conocimos en 2015, cuando ambos éramos adolescentes, a través de una aplicación de citas. Nuestra improbable historia comenzó con una simple pregunta de broma (“¿Si fueras un perro caliente y te estuvieras muriendo de hambre, te comerías a ti mismo?”) y rápidamente se convirtió en interminables conversaciones nocturnas. Nos llevamos bien de inmediato y a la semana habíamos quedado en una cita en una cafetería local en Boulder. A medida que pasaban las primeras semanas, ambos nos dimos cuenta de lo rápido que nos habíamos encariñado el uno con el otro. Este apego sólo crecería mas en los años siguientes.

Desde entonces, ambos hemos tenido el placer de pasar los próximos nueve años juntos - aprendiendo, creciendo y enfrentando los desafíos de la juventud de la única manera que sabemos: con nuestras actitudes y humor únicos impulsando gran parte de lo que hacemos, tal como cuando nos conocimos. Yo fui a la universidad y finalmente me gradué con mi licenciatura de maestro, mientras trabajaba en pequeños empleos para llegar a fin de mes. A la misma vez Alma seguía y cultivaba sus intereses por las flores, la belleza, los libros y mucho más, desarrollándose y creciendo como persona. Hemos pasado juntos muchas experiencias de vida importantes - apasionadas y amorosas, difíciles y estresantes, significativas y satisfactorias- y podemos decir sinceramente que no podemos imaginar haber pasado estos años de otra manera.

En el verano del 2022, finalmente me armé de valor para hacer la pregunta que había estado en mi mente por siete años. ¡Me di cuenta de que había estado listo para pasar el resto de mi vida con Alma desde esos primeros meses juntos! Y así fue a la orilla de un lago en Loveland, mientras la puesta de sol salpicaba a través de las nubes de color rosa púrpura de un atardecer de finales de verano, le toqué a Alma una canción que había escrito para ella y le hice esa pregunta importante. Su respuesta fue rápida y concisa; Ella había estado sintiendo lo mismo durante tanto tiempo. ¡Había estado esperando pacientemente la pregunta durante lo que parecía una eternidad!

Ahora que nos acercamos a lo que posiblemente sea el mayor acontecimiento de nuestras vidas, a Alma y a mí nos resulta difícil expresar lo mucho que estamos preparados para dar este paso. Para nosotros, parece como si hubiéramos estado casados por muchos años, y recién ahora se está volviendo oficial para el resto del mundo. Sin embargo, este es un día que hemos esperado con muchos nervios y ansiosa anticipación por mucho tiempo. Nuestra boda, que lleva nueve años preparándose, marca el comienzo del resto de nuestras vidas juntos. Estamos increíblemente emocionados de ver lo que nos espera el futuro y cómo seguiremos creciendo juntos.

-Stephen