It all began on a summer evening. Fate had a plan, and it led us both to Upstairs Circus on 2nd Street. It was one of those electric Austin nights filled with art, crafts, and champagne, just the perfect recipe for an unexpected spark. Little did we know that night would change our lives forever.

As the event wound down, I knew I couldn’t let this moment slip away. By the Willie Nelson’s statue, I found the courage to ask for her number. From there, things

moved quickly—almost as if the universe wanted us to catch up on lost time. Soon, it was clear we were in something special and serious. Every moment together felt easy, natural, and meant to be.

Then came a surprise that solidified everything. We found out we were expecting our son—a beautiful baby boy – León Hércules Negrón – who is the light of our lives. I'll never forget the weekend before she shared the life-changing news with me.

I had already bought her a ring, following my heart, which told me I couldn’t wait another second to make her my forever. On New Year's Eve, I proposed at the Driskill Hotel on 6th Street, and she said yes—agreeing to navigate the rest of our lives together.

Since then, life has been a whirlwind of joy, growth, and unforgettable moments.

Our story is one of love at first sight, destiny, and the creation of a family built on deep connection and laughter. We can't wait to celebrate our love and future together with all of you on our wedding day.

En Español

Todo comenzó una tarde de verano. El destino tenía un plan y nos llevó a ambos a Upstairs Circus en 2nd Street. Era una de esas noches eléctricas de Austin llenas de arte, artesanías y champán, la receta perfecta para una chispa inesperada. No sabíamos que esa noche cambiaría nuestras vidas para siempre.

Cuando el evento llegó a su fin, supe que no podía dejar pasar ese momento. Junto a la estatua de Willie Nelson, encontré el valor para pedirle su número. A partir de ahí, las cosas se movieron rápidamente, casi como si el universo quisiera que recuperáramos el tiempo perdido. Pronto, quedó claro que estábamos en algo especial y serio. Cada momento juntos se sentía fácil, natural y destinado a ser.

Entonces llegó una sorpresa que solidificó todo. Descubrimos que estábamos esperando a nuestro hijo, un hermoso bebé, León Hércules Negrón, que es la luz de nuestras vidas. Nunca olvidaré el fin de semana antes de que ella compartiera conmigo la noticia que cambió mi vida.

Ya le había comprado un anillo, siguiendo mi corazón, que me decía que no podía esperar ni un segundo más para hacerla mi pareja para siempre. En la víspera de Año Nuevo, le propuse matrimonio en el Hotel Driskill en la calle 6, y ella dijo que sí, aceptando vivir el resto de nuestras vidas juntas.

Desde entonces, la vida ha sido un torbellino de alegría, crecimiento y momentos inolvidables.

Nuestra historia es una historia de amor a primera vista, destino y la creación de una familia construida sobre una profunda conexión y risas. Estamos emocionados por celebrar nuestro amor y nuestro futuro juntos con todos ustedes el día de nuestra boda.