Catalina & Eric

Thursday, September 18, 2025 • Coats, NC

Catalina & Eric

Thursday, September 18, 2025 • Coats, NC

Our love Story

Our love story

Picture of Our love story

In a world where connections often start with a click, we found each other online, drawn together by shared interests and a spark of curiosity. After exchanging messages for months filled with laughter and anticipation, we decided to meet for dinner at Mi Casitas, in Fayetteville.

That first evening was magical. The conversation flowed effortlessly, revealing our hopes and dreams. It became clear that this was just the beginning.

After that night, we couldn’t stop dating. Each moment together deepened our connection, whether we were exploring new restaurants, going on spontaneous adventures, or simply enjoying quiet nights in.

Today, as we stand before our loved ones, we celebrate not just our love story but the incredible journey that started with a simple dinner. We are excited to continue writing our story together, hand in hand, for the rest of our lives.

Eric y Catalina se conocieron de una manera muy contemporánea: a través de una app de citas. Era atento, tenía un sentido del humor encantador, y parecía realmente interesado en conocerla. Después de varios mensajes llenos de risas y curiosidad mutua, decidieron que era hora de verse en persona.

Eligieron un pequeño restaurante mexicano para su primera cita. Algo mágico sucedía en la forma en que se miraban; una chispa que crecía con cada palabra y cada sonrisa compartida.

Esa noche fue el inicio de algo hermoso. Con el tiempo, sus citas se convirtieron en paseos tranquilos, largas conversaciones y aventuras que solo afianzaron lo que ambos ya sabían: estaban hechos el uno para el otro. Después de un año y medio de momentos inolvidables, Eric estaba listo para dar el siguiente paso.

Decidió proponerle matrimonio en un lugar tan especial como su relación: los Duke Gardens. Rodeados de la belleza de la naturaleza, caminaron por senderos llenos de flores, hasta que encontraron un rincón tranquilo. Allí, Eric, con una mezcla de nervios y amor en los ojos, se arrodilló y le pidió que compartieran el resto de sus vidas juntos. Catalina, con el corazón lleno de emoción, dijo que sí.

Así, el amor que había comenzado entre risas y tacos, ahora florecía entre los jardines de Duke, prometiendo un futuro lleno de más aventuras compartidas.