Hace un poco más de un año, era un domingo normal para Emily. Al ayudar con la proyección de las diapositivas desde atrás, notó a un hombre de cabello rizado parado junto a algunos de sus nuevos amigos, Brigitte y Roberto. Más tarde se enteró, durante un almuerzo grupal después de la iglesia, que él era Jeremías; un amigo de Roberto desde su joventud en Honduras.

Este grupo de amigos comenzó a salir cada vez más y les dio a Emily y Jeremías la oportunidad de simplemente ser amigos. Caminar, jugar pádel, juegos de mesa, y servir en diferentes proyectos ministeriales llevaron a un intercambio de números de teléfono. Los chats se convirtieron en párrafos más largos, y los párrafos se convirtieron en mensajes de voz. La comunicación virtual y las reuniones grupales se convirtieron en una llamada telefónica, donde Jeremías le preguntó a Emily salir por primera vez.

La relación no era como un fuego artificial que chispeaba en la noche, sino como un amanecer lento y constante, iluminando cada vez más con el tiempo. Las citas generaron diversión, risas, lágrimas, y pasiones y sueños compartidos. Las diferencias llevaron a conocer el mundo a través de los ojos de la otra.

El último día de marzo en una llamada telefónica y dónde Jeremías estaba en Panamá y Emily en Estados Unidos, Jeremías preguntó si a Emily le gustaría ser pareja oficialmente. La respuesta fue... ¡sí! El llamado terminó con una oración, un humilde pedido al Señor para que bendiga la relación y les guíe en cada paso.

Empezaron a pasar los meses, y todos los pequeños pedazos iban encajando cada vez más.; oportunidades para conocer a familiares y amigos y seguir creciendo para conocerles más. El último día de octubre, Jeremías le pidió al padre de Emily su bendición para casarse con su hija. Con la bendición de ambas familias, Jeremías comenzó a elaborar una sorpresa con el grupo de amigos que hicieron que todo sucediera. El plan era que todos irían de excursión a Altos del María para el cumpleaños de Roberto, ya que Brigitte y Roberto habían estado considerando mudarse allí. El lunes 11 de noviembre, con Ashley grabando video, Roberto tomando fotografías y Brigitte asegurándose de que nadie entrara el lugar accidentalmente, Jeremías se arrodilló y le preguntó a Emily si le dejaría ser el Sam de su Frodo. Que ella es el amor de su vida…” ¿Te casarás conmigo?”. Y… ¡ella dijo que sí!

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