Once upon a time, in the warmth of family gatherings and the embrace of our church community, and a little help of Facebook messenger two teenagers named Robert and Jasmin crossed paths. Little did we know that this moment would set the foundation for a beautiful journey together. After two wonderful years of being inseparable we sealed our love with marriage and welcomed our first blessing, our precious daughter Sophia Grace Castro.

Three years later, our hearts grew even fuller with the arrival of our son, Benjamin Matthias Castro. We cherish the closeness of our tight-knit family, and we believe that the greatest treasure in life is one another. Reflecting on our journey, we wouldn’t change a single moment if we could; every experience has shaped us into who we are today.

God has blessed us in countless ways, and meeting each other truly feels like the most precious gift from above. As we celebrate a decade of love, laughter, and partnership, we are immensely grateful for the happiness our marriage has brought us both. Join us as we commemorate these precious ten years of our lives together!




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Érase una vez, en la calidez de las reuniones familiares y el abrazo de nuestra comunidad de la iglesia, y con un poco de ayuda de Facebook Messenger, dos adolescentes llamados Robert y Jasmin se cruzaron en su camino. Poco podíamos imaginar que este momento sentaría las bases para un hermoso viaje juntos. Después de dos maravillosos años de ser inseparables, sellamos nuestro amor con el matrimonio y damos la bienvenida a nuestra primera bendición, nuestra preciosa hija Sophia Grace Castro.

Tres años después, nuestros corazones se llenaron aún más con la llegada de nuestro hijo, Benjamin Matthias Castro. Atesoramos la cercanía de nuestra familia unida, y creemos que el mayor tesoro en la vida somos nosotros mismos. Al reflexionar sobre nuestro viaje, no cambiaríamos ni un solo momento si pudiéramos; cada experiencia nos ha moldeado en quienes somos hoy.

Dios nos ha bendecido de incontables maneras, y encontrarnos verdaderamente se siente como el regalo más precioso del cielo. Al celebrar una década de amor, risas y compañerismo, estamos inmensamente agradecidos por la felicidad que nuestro matrimonio nos ha traído a ambos. ¡Acompáñanos a conmemorar estos diez años tan valiosos de nuestras vidas juntos!