Berlin, Praga y Viena fueron el primer viaje de esta historia de amor. Como Luisa estaba estudiando cocina en Barcelona, David no aguantó las ganas de pasar un 31 de Diciembre con ella y se la llevó a pasear al antiguo continente en el peor invierno del siglo. Para evitar congelarse, paraban constantemente a comer, así fue cómo fueron adquiriendo una forma ovalada como un corazón ♥️.

Marruecos y España iniciaron la era de mochileros y aventura de esta pareja. El calor sofocante de 50C, los olores de una cultura diferente y la ropa espichada en una maleta, fueron algunas de las pruebas por las que se enfrentó el amor.

Perú fue otro viaje aventurero con anécdotas tan voltajudas que si los papás de Luisa hubieran sabido en ese momento les hubiera dado un yeyo, pero que si les lo preguntan en el matrimonio, estaremos felices de contarles porque al final, estamos con vida.

Canadá fue una sorpresa inesperada a la relación, porque los enamoró de acampar. El objetivo era Alaska, pero por culpa del destino (y planeación rookie) terminaron de roadtrip desde Vancouver hasta Banff, pasando por todas las Rocky Mountains y parando en paisajes soñados como Lake Louise.

El viaje por Alaska originalmente estaba planeado con 8 amigos, pero al final los únicos firmes fueron Luisa, David y Pablo, uno de los mejores amigos de David. El violinista contribuyó con excelentes conocimientos de camping además de admirables skills fotográficos. Este viaje fue una "despedida" porque David se iba a hacer su maestría a Europa y China, creando un capitulo separado en la vida de ambos por 2 años.

Entre 2016 y 2019 fueron años de relación a distancia, Luisa en Bogotá y David en diferentes ciudades de Estados Unidos. Cada reencuentro era en una ciudad distinta, cada viaje era una luna de miel y cada separada un espacio para que cada uno siguiera creciendo en su camino.

En 2019 Luisa le dio un ultimatum a David diciéndole que si realmente quería estar con ella tenían que vivir en Colombia. Así que la pandemia los cogió en Bogotá en donde pasaron mucho tiempo en Chia, haciendo de éste mágico lugar un espacio para estrechar la relación con las familias.

La pandemia trajo un nuevo miembro a la familia, Atia, llamada en honor al amor que David tiene por la historia de los Romanos.

Después de toda una historia de viajes, Luisa y David decidieron aterrizar y empezar a echar raíces en Miami.

Y finalmente, 12 años después, el gran día llegó de la manera más inesperada, cuando después de haber dormido la primera noche en su propio apartamento en Miami, David despertó a Luisa preguntándole "¿te quieres levantar conmigo por el resto de tu vida?".