Nos conocimos durante nuestro programa de maestría en la universidad en Nueva York. En aquel entonces, solo éramos dos compañeros de clase que compartían apuntes y alguna que otra conversación sobre las clases.
Cuando llegó la pandemia, nos distanciamos y, por un tiempo, parecía que nuestra conexión sería una de esas cosas que se pierden con el tiempo. Pero, algunos años después, la vida nos sorprendió. Nos reencontramos y, con el tiempo, empezamos a pasar más tiempo juntos.
Nuestra primera cita oficial fue en un partido de basketball de los Knicks. Ambos estábamos un poco nerviosos, pero pasamos un momento increible. No tardamos en darnos cuenta de lo bien que encajábamos. A partir de ahí, todo simplemente fluyó de manera natural y nuestra relación comenzó a ser más fuerte.
Un año y medio después de comenzar nuestra relación, decidimos mudarnos juntos, una decisión que se sintió natural y correcta para los dos. Desde entonces, hemos estado construyendo una vida llena de momentos inolvidables. Incluso Martha ha dominado el arte de ver todos los partidos del Manchester United los fines de semana.
Y para los curiosos, sí, Martha fue la primera en decir “Te amo”. La respuesta de Ralu fue un tímido “Gracias” (lo que todavía nos hace reír), pero en el fondo, ambos sabíamos que estábamos en el camino correcto.
Avancemos hasta el día de nuestro compromiso. Estábamos en Saint-Germain-en-Laye, Francia, cuando Ralu decidió que era el momento perfecto para proponer. Había preparado cuidadosamente sus palabras, pero Martha ni siquiera lo dejó terminar antes de soltar un rotundo “¡Sí!”—porque, sinceramente, ¿por qué esperar cuando ya sabes que es para siempre? Fue genuino, dulce y perfectamente nosotros.
¡Estamos felices por compartir el próximo capítulo de nuestra historia con todos ustedes!