From the very first moment we locked eyes, we both felt a quiet certainty that we were looking at something special. It might sound like something out of a fairytale, but that initial connection was undeniable. We were both subbing for P.E. at Gregori High School that day, filling in for different classes. Little did we know that this seemingly ordinary day, with a shared sub plan, would be the start of a journey that would change both of our lives.

We both felt a deep sense of peace and excitement that day, and it didn’t take long for us to realize that this wasn’t just a fleeting moment. Mayra called her best friend to share her excitement about meeting Logan, and Logan couldn’t wait to tell his sister in person about the bond he had felt. We felt drawn to each other, not just by our personalities but by a shared belief in the importance of faith, love, and respect in a relationship. As we began spending more time together, it became clear that the foundation of our relationship would be built on these values—faith in God, a commitment to family, and a shared desire to live a life of integrity and service.

As we got to know each other better, we quickly realized that we were not only blending our lives, but we were also blending our cultures. Mayra’s rich traditions, rooted in her heritage, and Logan’s upbringing, grounded in his own family’s values, found a beautiful harmony in the way we supported each other. Over the years, we’ve celebrated each other’s cultures, from family gatherings to the foods we share, from the languages we speak to the music that fills our homes. These differences have become our greatest strength, reminding us daily of the beauty of diversity and the importance of understanding, patience, and mutual respect.

Through the ups and downs, we have always leaned on our faith. We know that God brought us together for a reason, and it is through His guidance and love that we’ve been able to grow as individuals and as a couple. We’ve prayed together, laughed together, and cried together—and through it all, our faith has remained our anchor. It has helped us navigate the challenges of life, always reminding us that our love is built on something much deeper than just attraction or coincidence.

Looking back, we are both humbled by the way we’ve grown together over the past seven years. We’ve helped each other become better people—more patient, more compassionate, and more thoughtful. Through our love and support, we’ve learned how to be more understanding, more forgiving, and more confident in the person we are becoming. We’ve created something beautiful together, built on trust, faith, and shared values, and we couldn’t be more grateful for how far we’ve come.

As we look toward our wedding day in June, we are filled with gratitude for the way God has guided us. We are humbled by His blessings and excited to see what the future holds for us as we continue to grow together, not only as partners but as individuals, rooted in our faith and values. We are also deeply thankful for our families and friends who have supported us along the way. It’s an honor to have you here, sharing in this moment with us. Our journey has been a gift, and we know that love, built on faith and shared values, is eternal—lasting beyond time, and growing stronger with each passing day.

With the utmost love and gratitude,

Logan & Mayra

¡Por supuesto! Aquí tienes la traducción al español:

Desde el primer momento en que nos miramos a los ojos, ambos sentimos una certeza tranquila de que estábamos mirando algo especial. Puede sonar como algo sacado de un cuento de hadas, pero esa conexión inicial fue innegable. Ese día, ambos estábamos sustituyendo en clases de Educación Física en Gregori High School, cubriendo diferentes clases. Lo que parecía un día ordinario, con un plan de sustitución compartido, se convirtió en el comienzo de un viaje que cambiaría nuestras vidas para siempre.

Ambos sentimos una profunda paz y emoción ese día, y no pasó mucho tiempo antes de darnos cuenta de que esto no era solo un momento pasajero. Mayra llamó a su mejor amiga para compartir su emoción por conocer a Logan, y Logan no pudo esperar para contarle a su hermana en persona sobre el vínculo que había sentido. Nos sentimos atraídos el uno por el otro, no solo por nuestras personalidades, sino por una creencia compartida en la importancia de la fe, el amor y el respeto en una relación. A medida que pasábamos más tiempo juntos, se hizo claro que la base de nuestra relación se construiría sobre estos valores: fe en Dios, un compromiso con la familia y el deseo compartido de vivir una vida de integridad y servicio.

A medida que nos fuimos conociendo mejor, rápidamente nos dimos cuenta de que no solo estábamos combinando nuestras vidas, sino que también estábamos fusionando nuestras culturas. Las ricas tradiciones de Mayra, basadas en su herencia, y la educación de Logan, fundamentada en los valores de su propia familia, encontraron una hermosa armonía en la manera en que nos apoyamos mutuamente. A lo largo de los años, hemos celebrado las culturas del otro, desde las reuniones familiares hasta la comida que compartimos, desde los idiomas que hablamos hasta la música que llena nuestros hogares. Estas diferencias se han convertido en nuestra mayor fortaleza, recordándonos a diario la belleza de la diversidad y la importancia de la comprensión, la paciencia y el respeto mutuo.

A través de los altibajos, siempre hemos apoyado nuestra fe. Sabemos que Dios nos unió por una razón, y es a través de Su guía y amor que hemos podido crecer como individuos y como pareja. Hemos rezado juntos, reído juntos y llorado juntos, y a través de todo eso, nuestra fe ha sido nuestro ancla. Nos ha ayudado a navegar por los desafíos de la vida, recordándonos siempre que nuestro amor está construido sobre algo mucho más profundo que solo atracción o casualidad.

Al mirar atrás, ambos nos sentimos humildes por la manera en que hemos crecido juntos en estos siete años. Nos hemos ayudado mutuamente a ser mejores personas: más pacientes, más compasivos y más reflexivos. A través de nuestro amor y apoyo, hemos aprendido a ser más comprensivos, más perdonadores y más seguros de la persona en la que estamos convirtiéndonos. Hemos creado algo hermoso juntos, basado en la confianza, la fe y los valores compartidos, y no podríamos estar más agradecidos por lo lejos que hemos llegado.

Al mirar hacia nuestro día de bodas en junio, nos sentimos llenos de gratitud por la forma en que Dios nos ha guiado. Nos sentimos humildes por Sus bendiciones y estamos emocionados de ver lo que el futuro nos depara mientras continuamos creciendo juntos, no solo como pareja, sino también como individuos, fundamentados en nuestra fe y nuestros valores. También estamos profundamente agradecidos con nuestras familias y amigos que nos han apoyado a lo largo de este camino. Es un honor tenerlos aquí, compartiendo este momento con nosotros. Nuestro viaje ha sido un regalo, y sabemos que el amor, basado en la fe y los valores compartidos, es eterno: dura más allá del tiempo y crece más fuerte con cada día que pasa.

Con todo nuestro amor y gratitud,

Logan y Mayra

Q + A coming soon!