No puedo expresar lo agradecido que estoy por tenerla en mi vida. Desde que estamos juntos, todo ha sido perfecto. Su amor y apoyo constante me han hecho sentir más feliz y completo de lo que jamás imaginé. Cada momento con ella es un tesoro, y su presencia hace que incluso los días más difíciles sean llevaderos. Estoy profundamente agradecido por su bondad, su risa y su amor incondicional. Ella es mi compañera, mi mejor amiga y mi todo.
Nuestro viaje comenzó en una mágica noche en el cine. Nos conocimos y, desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron, sentimos una conexión instantánea. Fue amor a primera vista y ambos sabíamos que queríamos estar juntos. Queríamos vernos casi todos los días porque no podíamos soportar estar separados. A menudo íbamos a cafeterías a tomar nuestros cappuccinos favoritos, disfrutando de la compañía del otro y del calor de nuestro amor en crecimiento.
Un día memorable fue cuando le prometí a Stephanie que le propondría matrimonio en París, bajo la Torre Eiffel. Esa promesa se convirtió en un sueño preciado para ambos. La idea de compartir un momento tan romántico en la ciudad del amor llenaba nuestros corazones de alegría y anticipación. Pasamos muchas noches hablando sobre nuestro futuro juntos, planeando nuestra vida e imaginando nuestro día especial.
Más tarde, Stephanie se graduó de la universidad y comenzó su carrera. La alenté y apoyé en cada paso del camino. Inspirado por su dedicación y logros, decidí comenzar mi propia carrera para apoyarla como un esposo amoroso y futuro padre. Juntos, construimos una vida basada en el respeto mutuo, el apoyo y un amor inquebrantable.
Nuestro amor continuó floreciendo, y cada momento juntos solo fortaleció nuestro vínculo. Nos apoyamos mutuamente a través de los desafíos, celebramos los éxitos del otro y creamos innumerables recuerdos hermosos. Desde noches tranquilas en casa hasta viajes aventureros, cada experiencia era mejor porque estábamos juntos.
En Mayo de 2023, decidimos hacer un viaje de vacaciones a Europa. Nuestra primera parada fue París, la ciudad donde había prometido proponerle matrimonio. Asumí que Stephanie conocía mi plan, pero mi emoción no pudo esperar más. En nuestro primer día en París, el 13 de Mayo de 2023, le pedí que se casara conmigo. La alegría y la sorpresa en su rostro hicieron que el momento fuera aún más mágico de lo que había imaginado. Fue un hermoso comienzo para nuestro próximo capítulo juntos, sellando nuestro amor en la ciudad del romance.
No podemos esperar a celebrar nuestro día especial con ustedes, rodeados de las personas que amamos. Nuestro viaje apenas comienza y esperamos muchos más momentos mágicos juntos.