On a summer day in 1996, Elisa was born in the beautiful country of Venezuela as a daughter of Pio and Elka. When Elisa was 1 year and 9 months old, something really significant happened in her life, although she was not aware of the fact at that time.

Because meanwhile, on the other side of the world, Willem was born in the Netherlands as a son to Karst and Baukje.

Elisa went far and wide in this world, having lived in Venezuela, England, the United States, and Spain. She traveled all over, until one day, the 20th of May 2023, she knew her life was gonna change forever.

The build up

That her life would change that day, she did not know. Who hadn't heard the stories about the 'perfect man showing up at your doorstep'? Well, on this day, it became a reality for Elisa.

At that time in her life, Elisa could not take her eyes off of her books. She had been so busy studying for her upcoming exams, until the night before, the 19th of May. Her lovely housemate saw Elisa's hard work, and she instigated that Elisa really needed a break. Therefore, that night, Elisa invited 2 friends over. After a lovely evening, these friends returned home, BUT, not before our lovely housemate invited them to come back the next day. She had been planning a worship night, and was eagerly searching for men to attend this evening. What she did not know was that this was the beginning of a divine set up.

The 20th of May came to pass, and these two friends were to return to Elisa's house. However, they did not return before spreading the news to their housemate that there would be a worship night. This housemate heard the news, and decided to go. This housemate was Willem.

The day we met

Earlier that day, Elisa had been pondering if she would even attend her housemate's worship night. But by a nudge of the Spirit, she decided to get ready. And aren't we glad she did.

To welcome in all the guests, Elisa had made one of her signature dishes: her explosion-of-flavours-in-your-mouth-guacamole, which was a big hit under the -mainly male- visitors. Above all, her guacamole was a good conversation starter with some of the male attendees. She had seen this one handsome, tall man, but he looked a little young, after all: she was already 26 years old. At the same time, Willem was impressed by the flavourful guacamole. Never in his life had he enjoyed such a combination of flavours. A genuine compliment was made to the maker, and she had his attention. A beautiful latina, who was easygoing and really engaged with the guests, although she looked really young. She told everyone how she had grown up in Venezuela, and how beautiful her country actually is. She was intrigued by all the attention she experienced from this tall, young guy.

Willem wanted to test how smart this girl actually was, by asking her to guess where he is from, with one hint: that he is actually her neighbour. Elisa frowned for a second,

and said: Oh, so you are Dutch!

The conversation continued, and after finding out that he was actually only one year younger, and he found out that she was actually only one year older, the mutual interest increased.

It was time for the worship night to start, and both had a beautiful time in the presence of God. It was such a beautiful time, that God actually spoke to Elisa - as He so often does-. And at some point, she actually felt like she had a prophetic word for this interesting man she had just met. That's when the internal conflict started: she didn't want to give the word because she didn't want to seem like she was flirting with a prophetic word. She weighed the word; and then God asked her a question: 'is it your word?' no, Elisa said. 'Is it for you?'. no, Elisa said. 'So, who does it belong to?'. That's when she decided to go up to him, and give him this word she just had.

Willem felt flattered when this girl he had just met came up to him, and gave him such a beautiful encouragement. 'That truly is a woman of God', he thought. Not too long after, Willem experienced a similar prompting of God to give Elisa a word. Suffering through all the nerves, he gave her the -simple yet timely- word, which spoke to Elisa, and she thought: 'okay, this is a man of God'.

The worship night came to an end, and after all the guests had left Elisa told her housemate:

'I had this strange feeling of safety when I was around that guy'. Meanwhile, Willem could not stop thinking of this girl who he had met. He decided to take his chance, and text her that same night.

They started talking, they fell in love, and they lived happily ever after.

Nuestra Historia

Un día de verano de 1996, Elisa nació en el hermoso país de Venezuela, hija de Pio y Elka. Cuando Elisa tenía 1 año y 9 meses, algo realmente significativo sucedió en su vida, aunque ella no era consciente de ello en ese momento.

Mientras tanto, al otro lado del mundo, Willem nació en los Países Bajos, hijo de Karst y Baukje.

Elisa viajó por todo el mundo. Vivió en Venezuela, Inglaterra, Estados Unidos y España. Viajó por todos lados, hasta que un día, el 20 de mayo de 2023, supo que su vida cambiaría para siempre.

El desarrollo

Ella no sabía que su vida cambiaría ese día. ¿Quién no ha oído las historias sobre el "hombre perfecto que aparece en tu puerta"? Pues bien, ese día, se convirtió en una realidad para Elisa.

En ese momento de su vida, Elisa no podía apartar la vista de sus libros. Había estado muy ocupada estudiando para sus próximos exámenes, hasta la noche anterior, el 19 de mayo. Su encantadora compañera de casa vio el arduo trabajo de Elisa y le dijo que realmente necesitaba un descanso. Por lo tanto, esa noche, Elisa invitó a dos amigos a su casa. Después de una hermosa velada, estos amigos se fueron a casa, PERO no sin de que nuestra encantadora compañera de casa las invitara a regresar al día siguiente. Ella había estado planeando una noche de adoración y estaba buscando a más personas para asistir esa noche. Lo que ella no sabía era que este era el comienzo de un plan divino.

Llegó el día 20 de mayo y estos dos amigos debían regresar a la casa de Elisa. Sin embargo, no regresaron antes de contarle a su compañero de casa la noticia de que habría una noche de adoración. Este compañero de casa se enteró de la noticia y decidió ir. Este compañero de casa era Willem.

El día que nos conocimos

Ese mismo día, Elisa había estado pensando si asistiría a la noche de adoración de su compañera de casa, pero, por un empujón del Espíritu, decidió prepararse. ¡Y no nos alegramos de que lo haya hecho!

Para dar la bienvenida a todos los invitados, Elisa preparó uno de sus platos estrella: su explosión de sabores en la boca: el guacamole, que fue todo un éxito entre los asistentes, en su mayoría hombres. Pero, sobre todo, su guacamole fue un buen tema de conversación con algunos de los asistentes masculinos. Había visto a un hombre alto y guapo, pero parecía un poco joven, después de todo: ella ya tenía 26 años. Al mismo tiempo, Willem quedó impresionado por el sabroso guacamole. Nunca en su vida había disfrutado de una combinación de sabores así. Se hizo un cumplido sincero a la preparadora y ella captó su atención. Una hermosa latina, que era tranquila y realmente comprometida con los invitados, aunque parecía muy joven. Les contó a todos cómo había crecido en Venezuela y lo hermoso que es en realidad su país. Estaba intrigada por toda la atención que recibió de este chico alto y joven.

Willem quería comprobar lo inteligente que era en realidad esta chica, pidiéndole que adivinara de dónde era, con una pista: que en realidad era su vecino. Elisa frunció el ceño por un segundo.

y dijo: ¡Oh, entonces eres holandés!

La conversación continuó, y después de descubrir que en realidad él era solo un año más joven, y descubrió que ella en realidad era solo un año mayor, el interés mutuo aumentó.

Llegó el momento de que comenzara la noche de adoración, y ambos pasaron un tiempo hermoso en la presencia de Dios. Fue un tiempo tan hermoso, que Dios realmente le habló a Elisa -como lo hace tan a menudo-. Y en algún momento, ella realmente sintió que tenía una palabra profética para este hombre interesante que acababa de conocer. Fue entonces cuando comenzó el conflicto interno: ella no quería dar la palabra porque no quería parecer que estaba coqueteando con una palabra profética. Sopesó la palabra; y luego Dios le hizo una pregunta: "¿Es tu palabra?" No, dijo Elisa. "¿Es para ti?" No, dijo Elisa. "Entonces, ¿a quién pertenece?". Fue entonces cuando decidió acercarse a él y darle esa palabra que acababa de tener.

Willem se sintió halagado cuando esta chica que acababa de conocer se le acercó y le dio un hermoso mensaje de aliento. "Esa sí que es una mujer de Dios", pensó. No mucho tiempo después, Willem experimentó un impulso similar de Dios para que le diera una palabra a Elisa. Sufriendo todos los nervios, le dio la palabra -simple pero oportuna-, que le habló a Elisa, y ella pensó: "ok, este es un hombre de Dios".

La noche de adoración llegó a su fin, y después de que todos los invitados se fueron, Elisa le dijo a su compañera de casa:

"Tuve una extraña sensación de sentirme segura cuando estaba cerca de ese chico". Mientras tanto, Willem no podía dejar de pensar en esa chica que había conocido. Decidió arriesgarse y le envió un mensaje de texto esa misma noche.

Comenzaron a hablar, se enamoraron y vivieron felices para siempre.