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Laury's side of the story:

"Our story begins on a rainy Sunday on July 25th of 2021, the same day as Adam's birthday.

We connected online, and I quickly realized I was dealing with someone special. His profile read:

'I study hypnosis and I am interested in Alliens,' and so on. I thought to myself, 'He sounds weird. Perfect.'

We met the next day and bonded immediately. Although he had planned on being in Panama for a while, he was considering leaving in the next two weeks. That did not hold us back.

After a successful second date, he asked me on a multi-day trip to a remote beach. On the way there, he told me the craziest things about his life, and for some reason, my fight or flight mechanism never kicked in. A sane person would have probably turned the car around. Spending the weekend together felt surreal, and by the end of it, I knew he was a special one.

We spent the following month of August hanging out every day, going on hiking trips, working out together, and watching alien documentaries (my favorite part, of course). By now, we were both intrigued by how quick and strong our connection was.

September came, and he invited me to join him on a month-long trip to Isla Colon in Bocas Del Toro. While my rational mind fought hard, the adventurous lunatic within said, "Why not go to a remote island with a guy I just met a month ago?"

We ended up having the time of our lives and putting on weight in the process. They say love makes you fat. We were living proof.

In November, I met Adam's family when they came to visit him on the island. Spending a month with his family was the ultimate test for both sides. Especially when we all got covid and were locked inside for two weeks together like a televised experiment. This turned out to be a blessing and enabled us to grow extremely close in a short amount of time.

Let's fast forward to 2023. I had my first visit to Canada. For the last two weeks of the trip, we had planned a visit to Montreal.

On the last day of our visit we decided to go up Mount Royal Park to see the view of the city, and it was there that Adam proposed while we were taking silly pictures.

I have never felt so sure of anything in my life, and I screamed, 'Yes!'

This is how we went from only having 2 weeks together to a lifetime."

Adam's side of the story:

"We met for drinks at a little brewery. I instantly fell in love with her huge lips and even asked her if they were naturally that big. I think this might have turned her off a little, as she went on to tell me that she had been teased her whole life and wanted a lip reduction growing up.

I managed to smooth things over as we traded stories and got to know each other, and then I made my move and went in for the kiss. When she didn't resist, I knew I had earned a second date.

The second date went well, and I unabashedly asked her if she would like to spend a 3rd date weekend together somewhere like a complete psychopath. And like the equally complete psychopath that she is, she accepted.

We chose to rent a nice villa in Venao and rented a car. While on our way there, she was so excited that she was speeding. We passed a police officer on a motorcycle, who didn't find this to be amusing and signaled us to pull over. She initially hesitated to comply until I urged her to pull the car off and avoid a police chase situation. The officer accused her of trying to flee and wanted to impound the vehicle. But after 45 minutes of begging and bribing, we were again on our merry way with $65 less in our wallets. For a moment, I had questioned my decision to pursue this unhinged criminal.

While finding someone who equally matched my disdain for public authority was a potential red flag, the rest of the weekend played out flawlessly. It involved deeply philosophical beer-fueled discussions about life while staring up at the clearly visible Milky Way.

Even though she was a slightly crazed road criminal, I saw a combination of beauty and intellect in a red and white cotton dress that I couldn't resist—this weekend had sealed the deal.

From then on, we were inseparable and really did spend every day of the following month together. And then the month after that. She agreed to live with me in a cabin while I tested her resolve with my weird fascinations. This was a test she passed with flying colors.

By the tenth month of our adventures together, I knew. I ordered a ring to my home in Canada, and brought it back with me. I then waited another ten months just to make sure there wouldn't be any more red flag signs of criminal activity or psychotic behavior. The 10 + 10 rule. It worked like a charm.

The decision to propose at the top of the mountain was spontaneous and felt divinely influenced. And while I often argue with God, this was a path I immediately chose to accept with humility and grace. This is how I knew we were meant to be."

ES

La historia de Laury:

"Nuestra historia comienza un domingo lluvioso el 25 de julio de 2021, el mismo día del cumpleaños de Adam.

Conectamos en línea y rápidamente me di cuenta de que estaba tratando con alguien especial. Su perfil decía:

"Estudio la hipnosis y mis intereses incluyen extraterrestres... " entre otras. Y pensé: 'Suena raro'. Perfecto.'

Nos conocimos al día siguiente y tuvimos química enseguida. Él tenía planeado estar en Panamá por un tiempo extenso, pero estaba considerando irse en las próximas dos semanas. Esto no fue un impedimento para seguir conociéndonos.

Después de una exitosa segunda cita, me propuso pasar un fin de semana en una playa remota. En el camino, me contó las cosas más locas de su vida y, por alguna razón, mi mecanismo de lucha o escape nunca se activó. Una persona en su sano juicio probablemente habría dado la vuelta. Pasar el fin de semana juntos fue espectacular y, al final, supe que él era alguien especial.

Pasamos el siguiente mes juntos de arriba para abajo, explorando Panamá, haciendo ejercicio y viendo documentales sobre extraterrestres (mi parte favorita, por supuesto). A estas alturas, ambos estábamos intrigados por lo rápida y fuerte que era nuestra conexión.

Llegó septiembre y me invitó a acompañarlo en un viaje de un mes a Isla Colón en Bocas Del Toro. Mientras mi mente racional luchaba arduamente, la loca aventurera que llevo dentro dijo: "¿Por qué no ir a una isla remota con un chico que conocí hace un mes?"

Tuvimos un mes llenos de aventuras y mas conversaciones filosóficas y en el proceso ganamos un poco de peso. Dicen que el amor engorda. Éramos una prueba viviente.

En noviembre, conocí a la familia de Adam cuando vinieron a visitarlo a la isla. Pasar un mes con su familia fue la prueba definitiva para ambas partes. Especialmente cuando todos contrajimos covid y estuvimos encerrados juntos durante dos semanas como un experimento televisado. Esto resultó ser una bendición y nos permitió acercarnos mucho en un corto período de tiempo.

Avancemos hasta 2023 cuando visité Canadá por primera vez. Durante las dos últimas semanas planeamos una visita a Montreal.

El último día de nuestra visita decidimos subir el parque Mount Royal para ver la vista de la ciudad y fue ahí donde Adam me propuso matrimonio.

Nunca me había sentido tan segura de algo en mi vida y grité: '¡Sí!'

Así pasamos de sólo 2 semanas juntos a toda la vida".

La historia de Adam:

"Nos reunimos para tomar unas copas en una pequeña cervecería. Instantáneamente me enamoré de sus enormes labios e incluso le pregunté si eran naturales o tenía alguna cirugía. Creo que esto la incomodó un poco, ya que continuó contándome que sus labios habían sido objeto de burlas toda su vida y su anhelo en su adolescencia era hacerse una reducción de labios.

Logré suavizar las cosas mientras intercambiábamos historias y nos conocimos, y luego me lancé a robarle un beso. Cuando vi que ella no se resistió, supe que me había ganado una segunda cita.

La segunda cita fue un éxito y sin dudar le pregunté si le gustaría pasar un fin de semana juntos en algún lugar. Solo alguien fuera de su cabeza propone algo como esto y otra como ella lo acepta.

Elegimos alquilar una bonita villa en Venao. Mientras íbamos de camino hacia allá, estaba tan emocionada que iba conduciendo con exceso de velocidad. Pasamos junto a un policía en motocicleta, a quien esto no le hizo gracia y nos indicó que nos detuviéramos. Inicialmente dudó en obedecer hasta que la insté a detener el auto y evitar una situación de persecución policial. El agente la acusó de intentar huir y quiso confiscar el vehículo. Pero después de 45 minutos de suplicar y sobornar, estábamos nuevamente en camino con $65 menos en nuestras billeteras. Por un momento, cuestioné mi decisión de salir con alguien con actitudes criminales.

Si bien encontrar a alguien que igualara mi desdén por la autoridad pública era una posible señal de alerta, el resto del fin de semana transcurrió sin problemas. Tuvimos debates profundamente filosóficos, alimentados con cerveza, sobre la vida mientras contemplamos la Vía Láctea.

Aunque era una delincuente de carretera un poco loca, vi una combinación de belleza e intelecto en un vestido de algodón rojo y blanco a la que no pude resistirme: este fin de semana había sellado el trato.

A partir de entonces fuimos inseparables y realmente pasamos todos los días del mes siguiente juntos. Y luego, el mes siguiente. Ella accedió a vivir conmigo en una cabaña mientras yo ponía a prueba su determinación con mis extrañas fascinaciones. Esta fue una prueba que pasó con gran éxito.

Al décimo mes de nuestras aventuras juntos, lo supe. Ordené un anillo a mi apartamento en Canadá y lo traje conmigo. Luego esperé otros diez meses sólo para asegurarme de que no hubiera más señales de alerta de actividad criminal o comportamiento extraño. La regla 10 + 10. Funcionó a las mil maravillas.

La decisión de proponer matrimonio en la cima de la montaña fue espontánea y se sintió influenciada divinamente. Y aunque a menudo discuto con Dios, este fue un camino que inmediatamente elegí aceptar con humildad y gracia. Así es como supe que estábamos destinados a ser".