En una parte del mundo, donde las historias de amor rara vez se conectan, se encuentra la historia de Mar y Vale. Ellos no se encontraron en la preparatoria como en las típicas historias de amor, ni bajo la lluvia, incluso ni siquiera en unas vacaciones de verano; esta historia comenzó de la manera menos esperada:
Mar y Vale, ambos misioneros, fueron asignados en diferentes partes del mundo, él en Lima y ella, en Brasil; hasta este momento las probabilidades de un encuentro parecían casi nulas, pero el destino tenía planes diferentes para ellos.
La pandemia de COVID-19 trajo consigo cambios y reasignaciones, ahora cada uno debía servir en su propio país: Mar regresó a EE.UU y Vale fue reasignada a una misión en Trujillo, Perú.
Como sabemos, lo normal hubiera sido que terminaran sus misiones en esos lugares, pero aquí es donde ocurre un giro sorprendente del destino: Vale recibió otra reasignación a Lima, Perú y por otro lado, a Mar se le extendió la invitación para regresar a su misión original, siendo el único norteamericano que regresaría a Perú en pleno COVID en ese tiempo (mencionamos esto porque el hecho de que Mar haya regresado fue algo que aún nos sorprende debido a las restricciones de extranjeros en Perú)
Y hablando del destino y de coincidencias perfectas, el día en que sus caminos finalmente se cruzaron fue un 19 de octubre, el mismo día en que Vale terminó su servicio misional. Mar, como asistente de misión, estaba allí cuando ella necesitaba ayuda con sus maletas. Un simple gesto de cortesía se convirtió en el comienzo de una historia que cambiaría sus vidas para siempre.
Las probabilidades de que coincidieran en tiempo y espacio eran mínimas, considerando la inmensidad del tiempo y del espacio. Sin embargo, a veces, el amor supera la lógica y los conduce a encontrarse en las mismas coordenadas, como si el universo conspirara para unirlos.
Más de dos años han pasado desde ese día, y seguimos maravillándonos por aquel encuentro. Ahora estamos ansiosos por el futuro, y esperamos con impaciencia el mes de abril de este 2024, donde nos prometeremos seguir viajando juntos pero ahora como esposo y esposa durante toda la eternidad.